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UN BAILE DE AMOR

  • Writer: Christina Merino
    Christina Merino
  • Jan 17, 2024
  • 2 min read

––––

por  Cristina Merino



Estaba leyendo poesía en la banca del jardín en la casa 

de campo de mis abuelos

Relatos de un amor incompleto, romances fugaces,

y amores perdidos


Y los rayos del sol acariciaban gentilmente mi piel y mi cabello, 

me pedían que me quedara un rato más 

Como todas esas historias que me envolvían 


Y por un momento lo imaginé,

y por un momento lo sentí, 

y por un momento yo era ella 


La música se hacía cada vez más fuerte en mi cabeza 

El ritmo de la historia me estaba encaminando a lo que estaba buscando


Y las palabras corrían contra mi mirada

más veloces que mi imaginación en el desesperado intento de construir 

todas esas imágenes en mi cabeza


Un paso por aquí, y otro pasó por allá

Él tomaba mi cintura con delicadeza,

mientras todos los ojos estaban puestos sobre nosotros 

y el ritmo era interminable 


Nuestro baile era un escándalo, un atrevimiento para ellos

Y aunque yo quería huir, sabía que él no me soltaría, 

no se atrevería


Y si ellos no me aceptaban, él correría hacia mí y me buscaría entre los laureles 

A la plena luz de la luna, entre el medio de la noche 


Aparte mi mirada sobre ellos y sin vergüenza por primera vez pude verlo a los ojos sin dudar,

sin sentir desprecio o rechazo de los que nos veían 


Cuando lo vi directamente,

y nuestros pasos tomaban

su curso,

su dirección,

naturalmente 

Un baile de amor 


Todas las siluetas de los invitados se desvanecieron 

como si solo estuviéramos él y yo 

Bailando y bailando 


Ojos brillantes

Ojos cálidos

Una sonrisa noble y gentil con dulzura en el corazón 

Y una alma envidiable 


Ni los otros príncipes y reyes

Ni sus riquezas

Ni  sus triunfos se median 

Ni tenían la capacidad de ser valorados al peso de su 

gentileza de corazón


Pero era la hora de la merienda y tuve que parar 

La música cesó y la voz de mi madre se hacía cada vez más 

fuerte desde el balcón de mi abuela que daba al jardín 


Gritaba y gritaba que la hora de la merienda había llegado

Mi romance ficticio se desvaneció 


Sentí el susurro de su voz diciendo que él la amaba 

y el viento cerró mi libro 


Me marché por un bocado con el corazón intrigado, 

pero sabiendo que ellos seguían bailando 

bailando, bailando y bailando 

Un baile de amor




Vía Pinterest, artista desconocido.

 
 
 

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