ACEPTACIÓN

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por Cristina Merino

Era el día en que finalmente lo vería después de tanto tiempo de espera y de llanto volvería a ver su rostro.

He visto el mundo de tantas maneras que ni siquiera me reconozco a mí misma.

Las luces brillantes en el cielo que explotan y decoran el cielo oscuro con sus múltiples colores.

Todas esas fiestas, cenas elegantes, tanta champaña y tanta música me dejaron atónita.

Mientras paseaba por los jardines de su casa con cautela, veía desde lo lejos a todos sus invitados comiendo, riendo, y pasándola terriblemente bien, pero nunca lo vi a él.

Yo solo me veía como una extraña que deambula en busca de algo que perdió, como una joya falsa, pero cómo perder algo que nunca fue tuyo ni siquiera un segundo.

Solamente quería que fueras mi hombre por hoy, quería que me vieras con mi despampanante vestido, y que me dijeras que me veía hermosa, pero creo que soy yo la que no encajo aquí, ellos no me merecen y tú mucho menos.

Me aferré a la idea de nuestro cruel romance, lo adorné con flores y costosos perfumes y creí que de esta forma me amarías, pensé que podrías quedarte esta vez.

Yo le di mis mejores días, y él me dio los mejores besos, yo le di mis mejores noches, pero él nunca me dio su corazón.

Entre los bellos narcisos amarillos me he dado cuenta de su egoísmo, no merezco sus visitas repentinas ni tampoco su abandono. Merezco a alguien que me ame a buen modo y entre la frialdad de esta noche me he dado cuenta de que ese no eres tú, no a tu lado.

Vía Pinterest, artista desconocido.